lunes, 8 de febrero de 2016

La Alegoría de la Caverna de Platón


Dios sabe si esto es realmente cierto; en todo caso, lo que a mí me parece es que lo que dentro de lo cognoscible se ve al final, y con dificultad, es la Idea del Bien. Una vez percibida, ha de concluirse que es la causa de todas las cosas rectas y bellas, que en el ámbito visible ha engendrado la luz y al señor de ésta, y que en el ámbito inteligible es señora y productora de la verdad y de la inteligencia, y que es necesario tenerla en vista para poder obrar con sabiduría tanto en lo privado como en lo público.

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Vida del hombre en la morada subterránea (Caverna)
  • Descripción de la esclavitud del hombre en la tierra (dentro de la Caverna).
  • Con posibilidad de acceso pleno hacia la Luz.
  • La luz, producida por una fogata dentro de la caverna, no es vista por los esclavos, sólo la sombra de los objetos mostrados, por hombres “libres”, dado que tanto los hombres, los objetos y la fogata están detrás de los hombres esclavos.
  • Los hombres esclavos sólo pueden ver las sombras proyectadas por los objetos mostrados por los hombres “libres” apoyados en la fogata, por estar forzados a no mover su cabeza desde niños (toda la vida) y mirar únicamente en dirección hacia donde se proyecta la sombra de los objetos.
  • los hombres esclavos pensaran estar viendo y poner genuinamente nombre a los objetos, sin embargo, será a su sombra, pues nunca han visto a los objetos en sí.
  • Si estos hombres “libres” hablaran, y de hecho lo hacen, los hombres esclavos creerían que estas voces provendrían de las sombras en la pared, producto de los objetos.
  • La realidad de los hombres esclavos será sólo las sombras que observan, o más bien, el significado que le den a éstas.
Liberación de sus cadenas y Curación de la ignorancia de un hombre esclavo
  • La liberación es un hecho natural, visto como lo que inevitablemente, tradicionalmente, ocurrirá o como representación del deber ser.
  • En el proceso, el hombre esclavo sufriría por ser forzado a levantarse, girar el cuello y caminar hacia la luz, tareas que hasta ese momento jamás habría realizado por las características de su situación.
  • Por el encandilamiento, el hombre en proceso de liberación, no sería capaz de ver los objetos (cosas más reales) que generaban la sombra dentro de la caverna.
  • El hombre, Inicialmente, tendría problemas para precisar lo real, si las sombras o los objetos que generan la sombra. Pensaría que las sombras que antes veía (durante toda su vida) son verdaderas antes que los objetos.
  • Por dolor en los ojos, trataría de eludir, evitar, colocar la mirada en la luz producida por la fogata dentro de la caverna.
Ascenso hacia la Luz del Sol
  • Transitar el camino hacia la verdadera Luz implica sufrimiento y hasta irritación, dado que necesariamente conlleva una acción contraria a la naturaleza humana. No en vano el autor escribe: “¿no sufriría acaso y se irritaría por ser arrastrado (…)?”
  • Al inicio del proceso de ascenso, el hombre recién liberado, tendría los ojos llenos de fulgores que le impedirían ver uno solo de los objetos verdaderos, aquellos que se encuentran arriba, fuera de la caverna.
  • En este nuevo mundo, el hombre necesitaría acostumbrarse, para poder llegar a contemplar las cosas de arriba. En principio, le sería más fácil mirar las sombras, luego podría mirar las figuras en el agua, reflejo de los hombres y los objetos, y entonces podría ver a los hombres y a los objetos mismos.
  • Al principio, al finalizar el ascenso, al hombre le sería más fácil ver las maravillas de la noche que las del día, hasta que finalmente pueda ver al Sol propiamente dicho.
  • De esta forma, ineludiblemente, el hombre concluiría: que el sol gobierna todo en el ámbito visible y que de algún modo es causa de las cosas que antes había visto.
Agradecimiento por su nueva vida
  • El hombre, en plena conciencia de su nuevo conocimiento, llegaría a sentirse feliz de su nueva forma de vida.
  • Al meditar el hombre libre en los potenciales beneficios de su antigua vida, no tendría deseo alguno por honra o elogio basado en ningún mérito en esa antigua forma de vida.
  • Francamente, y con plena seguridad, el hombre realmente libre “preferiría ser un labrador que fuera siervo de un hombre pobre” o soportar cualquier otra cosa, antes que volver a su anterior modo de opinar, y a aquella vida. En fin, estaría dispuesto a padecer cualquier cosa antes que soportar aquella vida.
Compasión por sus compañeros (descenso):
  • El hombre realmente libre se compadecería de la vida de sus compañeros (esclavitud), vida que el mismo vivió.
  • Si descendiera tendría ofuscados los ojos por las tinieblas, al llegar repentinamente del sol.
  • Por su nueva perspectiva, se expondría al ridículo y a que se dijera de él que, por haber subido hasta lo alto, se había estropeado los ojos, y que ni siquiera valdría la pena intentar marchar hacia arriba.
  • El hombre libre, en una verdadera muestra de amor, aun si intentase desatarlos y conducirlos hacia la luz, muy probablemente lo matarían, de ser posible.

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